Cuando se tiene incontinencia, se hace cualquier cosa para evitar un accidente embarazoso. Y puede parecer lógico pensar que restringir los líquidos ayudará a evitarlo. Aunque reducir un poco la ingesta puede ayudar, también puede perjudicar. Beber muy poco puede provocar deshidratación, lo que significa que el cuerpo no puede funcionar como debería. Cuando no se bebe lo suficiente, la orina también puede volverse muy concentrada, lo que puede causar irritación de la vejiga (lo que significa que puede provocar un accidente). Y, si se produce una pérdida, la orina concentrada tiene un olor mucho más fuerte, lo que puede hacer que la pérdida sea más notoria para los demás. El truco es encontrar el equilibrio adecuado entre demasiada y muy poca.
A continuación se presentan algunos consejos sobre cuánto debería beber y cómo encontrar su número mágico.
Beba lo suficiente para mantenerse hidratado.
Esto varía de persona a persona, pero para la mayoría, beber entre 6 y 8 onzas de agua al día es suficiente. También puedes observar tu propia orina para saber si estás bien hidratado: en general, una orina de color más claro significa que estás más hidratado, y una orina más oscura y amarillenta significa que tu orina está muy concentrada y es posible que necesites beber más.
Utilice un diario de vejiga.
Un diario de la vejiga es una gran herramienta para hacer un seguimiento de la relación entre lo que come y bebe y su incontinencia. Úselo durante unos días y preste mucha atención a cómo su ingesta de líquidos influye en los accidentes o deseos que pueda tener. Esto le dará una buena indicación de si está bebiendo demasiado o muy poco en relación con su incontinencia.
Limite los líquidos antes de acostarse.
Si sufre de nicturia o enuresis, intente limitar los líquidos que bebe antes de acostarse. Si bien no debe limitar demasiado su consumo de agua durante el día, mantener los líquidos al mínimo una hora antes de acostarse puede ayudar a reducir algunas de las idas al baño nocturnas que ha estado haciendo.
Presta atención a lo que bebes.
El agua siempre es una buena opción, pero otras bebidas pueden hacer que usted tenga más ganas de ir al baño simplemente por lo que contienen. Minimice el consumo de bebidas con cafeína, azucaradas y carbonatadas, y disminuya o elimine el consumo de alcohol. Se sabe que todas estas bebidas irritan la vejiga.
Si tienes sed – ¡BEBE!
Reducir la ingesta de líquidos, especialmente cuando tienes sed, puede provocar deshidratación y provocar más problemas. Tu cuerpo necesita agua para funcionar bien y la sed es el indicador número uno de que necesitas beber más. Ten esto en cuenta, especialmente cuando hace calor afuera o cuando estás sudando en el gimnasio: escucha a tu cuerpo y nunca pospongas la sed por miedo a tener un accidente.
Recuerda que cada persona es diferente, por lo que no hay una cantidad correcta de agua que debas beber. Experimenta y descubre qué funciona mejor para ti y, lo más importante, presta atención a tu cuerpo y mantente saludable.
¿Quieres aprender algunas formas de incluir más agua en tu rutina diaria? Lee esto: Cómo beber más agua