El suelo pélvico está formado por una serie de músculos que actúan como un “cabestrillo” y sostienen diferentes órganos del cuerpo. Mantener esos músculos fuertes es importante por varias razones: ayudan a prevenir el prolapso, reducen o previenen los síntomas de la incontinencia e incluso pueden conducir a relaciones sexuales más satisfactorias. Pero, ¿cómo se fortalecen esos músculos? ¿Y cómo sabes que lo que estás haciendo es eficaz a largo plazo? Lea aquí la mejor forma de incorporar la biorretroalimentación en su entrenamiento del suelo pélvico.
Recomendamos comenzar su búsqueda de ejercicios para el suelo pélvico con un fisioterapeuta (PT) capacitado y especializado en la salud de la mujer. Su fisioterapeuta le informará sobre qué músculos se conectan al suelo pélvico (¡hay 45!) y cómo trabajarlos todos para que todo funcione correctamente. Mucha gente sabe de Los ejercicios de Kegel pero desconocen la variedad –y combinación– de ejercicios que pueden beneficiar el suelo pélvico. Debido a que el suelo pélvico se conecta con muchos otros músculos del cuerpo, un plan de entrenamiento que incorpore el fortalecimiento de todos estos músculos garantizará que no ejerza demasiada presión sobre ningún grupo de músculos.
Además de movimientos o entrenamientos específicos, su fisioterapeuta también puede incorporar biorretroalimentación en sus sesiones. La biorretroalimentación es un sistema que informa qué tan bien estás realizando las contracciones de Kegel y puede ser un indicador de qué tan fuertes son tus músculos pélvicos.
Biorretroalimentación es una excelente manera de ver realmente cómo te estás desempeñando en el momento. Por lo general, se inserta una sonda en la vagina y los sensores de la sonda transmiten información a una pantalla o medidor. Cuando contraes los músculos del suelo pélvico, aparece una lectura en la pantalla que te indica con qué fuerza estás apretando y durante cuánto tiempo.